jueves, 16 de julio de 2009

Júpiter

Aquí tenemos el discurso de Júpiter escrito y recitado por Julio Deán... A ver qué tal..

Júpiter

Soy Júpiter, dios de dioses y principal deidad. Se me acusa de ciertas infidelidades y se me pretende castigar mediante las penas y condenas de unos humanos, pero, ¡yo soy un dios! y yo no me rijo por las leyes humanas, ¡yo me rijo por las leyes divinas!
Teniendo templos para mi veneración por toda la faz de la Tierra, cómo no voy a poder compartir hijos con Letona, madre del mismísimo dios Apolo. Habiendo vencido a los poderosos titanes y habiéndoos librado de un dios tan cruel, capaz de matar a sus propios hijos, como fue Saturno, por qué no voy a poder mantener relaciones con la bella Mnemósine y encima así engendrar a las inspiradoras de la música y la poesía. ¡Incluso los Juegos Olímpicos me veneran! ¿Por qué? ¿Por qué no voy a poder cometer estos actos? Soy capaz de convertirme tanto en un precioso y bello animal como es el cisne como en un animal fuerte y grosso como es el toro. Soy capaz de controlar tanto los sucesos que ocurren en lo celeste como lo que ocurre en lo terrestre. Soy capaz de engendrar a un hijo como Hércules, que ya podéis agradecérmelo, pues sin él barbaridades y penas os hubiesen ocurrido… Y me diréis que tengo que ser fiel a mi mujer, pero sin estos actos no os hubiera dado reyes y héroes, bellas mujeres y las Nueve Musas, sin estas relaciones nada de los sucesos más importantes y beneficiosos para vosotros hubiesen ocurrido.

¿Cómo os atrevéis todavía a condenarme? Os dejáis llevar por las acusaciones de una histérica, celosa y arpía como es Juno que sólo hace atacar y atacar a las demás deidades en vez de mantener la paz en nuestras vidas. No le deis más importancia a mis actos pues lo que intenta es meter cizaña entre todos nosotros. Yo siempre la he querido, con todo mi amor y le he dado el título de reina de los dioses y ¡MIRAD! así me lo agradece, condenándome y actuando de esta forma tan impropia de la mismísima Juno.
Ella nunca ha estado a la altura de mis satisfacciones y he tenido que encontrar otras fuentes por otros territorios. Encima de que ella no ha demostrado todo lo que tiene que demostrar a su dios, ¡ENCIMA me reprocha mis actitudes! Lamentable, señores, lamentable.
Además, no sean hipócritas, por favor, viviendo en la sociedad que vivimos se sabe perfectamente que para tener más prestigio y ser un verdadero hombre, y en mi caso un verdadero dios, lo más que se puede hacer es tener el número mayor de amantes y con mis relaciones con otras mujeres demuestro que soy un GRAN dios y mi estirpe debe permanecer por el resto de los tiempos y PERMANECERÁ.
Con todo esto quiero decirles, en primer lugar, que tengo derecho a realizar mis actos habiendo logrado buenas obras para mi bien y para el de toda la humanidad. En segundo lugar, no se tienen que dejar llevar por las exageraciones y malversaciones de una mujer sumida en los celos, pues no está en su cordura. Y en tercer lugar, y PRINCIPAL, SOY EL MISMÍSIMO JÚPITER, Y NADA NI NADIE PUEDE REPROCHARME NADA, PUES SOY DIOS DE DIOSES Y REY DE TODA LA HUMANIDAD.

Julio Deán del Junco Nº 3
1º Bachiller de Humanidades.

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