Moda griega

Nuestras compañeras Elena Velázquez y Laura Mantos han optado por enviarnos un diálogo sobre la moda en la antigüedad clásica...

LA MODA GRIEGA y ROMANA

Un hombre griego de pelo y barba larga y una mujer también con pelo largo recogido en un moño se encuentran con una pareja romana, una mujer de pelo rizado y largo y el hombre de pelo y barba largos.

Griego: ¡Hola! ¿Cómo lleváis los preparativos para la fiesta de esta noche? ¿Qué os vais a poner? Nosotros aún lo seguimos pensando.
Hombre romano: Me pondré una toga púrpura, con algo en blanco, en vez de la blanca de todos los días, aunque con esta necesitaré de mis esclavos para vestirme.

Mujer romana: Yo elegiré una túnica de seda con una stola de color verde.

Hombre griego: Lo mas seguro es que yo me ponga una túnica corta, sujeta en los hombros.

Mujer griega: Imagino que me pondré un vestido sin corte, y bastante amplio para que replegándolo pueda formar un velo y quede más elegante. ¿Y qué zapatos os pondréis?
Mujer romana: ¡Una sandalias de piel seguro!

Hombre romano: Yo optaré por uno zapatos con lengüetas y cordones que cubren todo el pie hasta el tobillo.

Hombre griego: Yo sandalias cerradas que me llegarán hasta el tobillo.

Mujer griega: Sandalias de madera aunque introduciré una pieza dentro, entre el talón y la suela para parecer más alta y que el vestido me quede mejor. También, para darle un toque más original al creo que me pondré un postizo e incluso si me atrevo me tiño de negro.

Mujer romana: Yo seguro que me tiño de rubia para esta noche, lo del postizo no estoy segura, pero me haré un peinado más complicado.
Hombre romano: Yo simplemente me recortaré la barba. ¿Y de adornos qué?

Hombre griego: Para adornar nose, nose, quizás una sortija simple en el dedo, no quiero que se me vea muy recargado.

Mujer griega: Pues yo si quiero resaltar así que me pondré una diadema con mi gran postizo y varios brazaletes por encima del codo, seguramente de plata para que vaya acorde con mi vestido.

Hombre romano: Me cubriré todos los dedos de anillos e incluso algunos con piedras preciosas.

Mujer romana: Me pondré algunas horquillas en el pelo y unos pendientes bueno, mejor me pondré unos aros de metales preciosos en los tobillos.

¡¡¡Y seguro que acabaron todos guapísimos!!!